Cuando hablamos de Crianza Responsable hacemos referencias a la forma en que los padres y cuidadores se encargan del bienestar físico, emocional y social de sus hijos. Está implica tomar decisiones informadas y conscientes sobre la educación y el cuidado de los hijos, con el objetivo de asegurar que crezcan sanos, felices y bien adaptados.
Si estás interesado/a en aprender y empezar a implementar esta estrategia de educación es importante comenzar con la comprensión de las necesidades tus niños en cada etapa de su desarrollo. Debes estar atento a las señales que indican que tus hijos necesitan atención, ya sea en forma de alimento, atención médica, compañía o afecto. También debes estar dispuestos a ajustar sus expectativas y planes en función de las necesidades y habilidades individuales de cada uno de tus niños.
Además de satisfacer las necesidades básicas tus niños, la crianza responsable también implica proporcionar un ambiente seguro y estimulante para su desarrollo. Debes asegurarte de que tus hijos estén seguros en casa y en el exterior, y debes proporcionar oportunidades para el aprendizaje y la exploración en un ambiente seguro y supervisado. También debes ser modelo de un comportamiento positivo y enseñar habilidades sociales y emocionales importantes, como la empatía, el respeto y la resolución de conflictos.
La crianza responsable también implica que fomentes la independencia y la autodeterminación en los niños. También es tu tarea alentar a tus hijos a tomar decisiones y afrontar desafíos por sí mismos, proporcionándoles apoyo y orientación en lugar de soluciones fáciles. Esto ayuda a los niños a desarrollar habilidades de resolución de problemas y a sentirse más confiados y seguros de sí mismos.
Otro aspecto importante que debes tener en cuenta de la crianza responsable es la disciplina. Es tu responsabilidad establecer límites claros y consistentes para el comportamiento de tus hijos, y deben aplicar consecuencias razonables y apropiadas cuando sea necesario. Sin embargo, la disciplina debe ser siempre justa y respetuosa, y nunca debe implicar castigos físicos o humillantes.
Finalmente, la crianza responsable también implica que estés disponible y comprometido con la vida de tus hijos. Debes estar dispuestos a escuchar y a responder a las preocupaciones y necesidades de tus hijos, y a involucrarte activamente en su educación y actividades. Esto puede requerir sacrificios personales, pero es esencial para construir una relación cercana y saludable entre tus hijos y tú.
En resumen, la crianza responsable es un compromiso de por vida que requiere esfuerzo, paciencia y dedicación por parte de los padres. Implica satisfacer las necesidades de los niños, proporcionar un ambiente seguro y estimulante, fomentar la independencia y la autodeterminación, disciplinar de manera justa y respetuosa, y estar disponible y comprometido con la vida de los hijos. Al seguir estos principios, los padres pueden ayudar a sus hijos a alcanzar todo su potencial y construir relaciones fuertes y saludables para toda la vida.
Esto son algunos mitos que acostumbramos a escuchar sobre criar a tus hijos:
- MITO: Con los niños más vale una nalgada a tiempo
- REALIDAD: La responsabilidad del cuidado de niños y niñas debe basarse en preservar sus derechos y respetar sus necesidades.
- MITO: La letra con sangre entra
- REALIDAD: La letra entra con el respeto, amabilidad y calidez que el profesor prodiga al alumnado.
- MITO: Educar es simple, basta con ejercer “mano dura” desde el inicio de la vida
- REALIDAD: Educar es un proceso complejo, prolongado e intenso que requiere de habilidades y oportunidades suficientes del entorno
- MITO: Desde que se habla de los derechos de las niñas y niños ya no se les puede tocar, ni regañar, ni decir nada cuando se portan inadecuadamente.
- REALIDAD: La protección, defensa y promoción de los derechos de niñas, niños y adolescentes suele desconcertar a algunos adultos responsables del cuidado de estos.